Diagnóstico genético preimplantacional, ¿es ético su uso para prevenir el riesgo de enfermedades?
Se comenta en el periódico EL Mundo (4-02-2016), que se va a utilizar el diagnóstico genético preimplantacional para detectar si unos embriones, producidos por fecundación in vitro, son portadores del gen BRCA, que como se sabe es un factor de riesgo para padecer en la edad adulta cáncer de mama, para implantar posteriormente aquellos que no sean portadores de dicho gen.
La noticia de El Mundo se refiere específicamente a una mujer con riesgo de padecer cáncer de mama, pues al menos tres generaciones anteriores a ella lo habían padecido en algún miembro de la familia, y que deseando tener un hijo, quiere asegurarse de que el mismo no sea portador de gen BRCA. Con esta intención se obtuvieron 11 embriones tras fecundación in vitro, a los que se les practicó el diagnostico genético preimplantacional para comprobar si eran portadores del gen en cuestión, comprobándose que tres de ellos no lo eran. De estos se implantaron dos y se congeló uno, por si en un futuro los padres desearan promover un nuevo embarazo.
Tras la implantación de los dos embriones sanos nacieron dos niñas, por supuesto ambas libres del BCRA, por lo que es presumible que éstas no tengan el riesgo de padecer el cáncer de mama en su edad adulta.
Al parecer, hasta ahora, esta es la tercera vez que se utiliza el diagnóstico genético preimplantacional con la finalidad de detectar a portadores del BRCA. Los responsables médicos de este caso afirman, que es un logro importante conseguir, por fecundación in vitro, niños que nazcan sin ser portadores del referido gen.
Sin embargo, esta práctica tiene objetivos inconvenientes éticos. Solo vamos considerar dos de ellos. El primero, hace referencia al número de embriones que se pierden con esta práctica. En este caso fueron 8 los eliminados por ser portadores del BRCA con el agravante de que no se eliminan por ser portadores de una enfermedad, sino por un riesgo de enfermedad.
Por lo que nos preguntamos si es ético eliminar a un ser humano por ser portador de un riesgo de enfermedad que hipotéticamente pudiera desarrollarse en un futuro. Nosotros somos de la opinión que en ningún caso, pues la vida humana tiene un valor intrínseco en sí mismo, consecuencia de su dignidad propia, que no se ve afectado por la calidad de dicha vida, por lo que no es ético eliminarla en cualquier circunstancia.
El segundo aspecto considerar es en qué medida puede ser significativo el riesgo de enfermedad para esos embriones que se han eliminado. Se sabe, que efectivamente los embriones portadores del BRCA tienen aproximadamente un 30% de posibilidades de desarrollar un cáncer de mama en la edad adulta. ¿Pero quién se atrevería a afirmar que dentro de 40 o 50 años, que es cuando posiblemente el cáncer pudiera presentarse, en caso de que lo hiciera, no pudiera ser tratado adecuadamente?
Es por ello, por lo que nos preguntamos si es ético privar a un ser humano de su posibilidad de vivir por ser portador de riesgo de padecer una enfermedad que es previsible que en un futuro pueda ser tratada con total eficacia.
En relación con ello, nos parece de interés recordar lo que está ocurriendo con el sida, enfermedad mortal hace unos años, y que como consecuencia de los tratamientos desarrollados en los últimos años ha pasado de ser una enfermedad mortal a ser una enfermedad crónica de larga duración.
Nos parece, por tanto, que es médicamente muy problemático admitir que un riesgo de enfermedad, como es el caso de los embriones portadores del BRCA, sea causa suficiente para justificar su eliminación, lo que por otro lado pensamos que en ningún caso es éticamente admisible.