Dr. J.A. Trujillo: La medicina se desangra. La economía ha conseguido que los médicos no nos ocupemos de la medicina.

El pasado día 5, se celebró la última de las sesiones académicas ordinarias del Curso de Expertos en Ética Médica. Esta conferencia final no pudo contar con mejor ponente: el Dr. José Antonio Trujillo, médico de familia, novelista y, ex Director médico del Hospital Carlos Haya, entre 2002 y 2010.
Su intervención constó de tres partes. En la primera desarrolló el tema “La medicina basada en el humanismo”; posteriormente hizo una breve síntesis del libro del mismo título que acaba de publicar . Para finalizar, hubo un animado debate sobre las cuestiones médicas más candentes en que se manifiesta esa necesidad de un mayor empeño y formación humanística en el ejercicio del quehacer médico.
Para el Dr. Trujillo: “La civilización occidental nos ha regalado el humanismo, ese ideal de integralidad objetiva e integridad subjetiva, de superabundancia enriquecedora de sí mismo y de los demás, y no quiere perder su oportunidad en estos momentos de desorientación generalizada.
La Medicina basada en el Humanismo es la Medicina con alma. Petronio nos dejó escrito: «Medicus enim nihil aliud est quam animi consolatio» (El médico no es otra cosa que el consuelo del alma).
Ser médico humanista es una forma de estar en sociedad. No es un añadido circunstancial. Es una opción personal y profesional de mostrarse a las personas que acuden a él. No es cosmética con color de cultura y aroma de esnobismo. Es compromiso con las personas y apuesta radical por una forma de entender al hombre y la vida. El médico humanista no percibe el legado recibido como bisutería intelectual sino como carga que debe cuidar y transmitir. Apostar por el humanismo es apostar por una forma de vida que se construye desde los valores y con la intención de que nuestras vidas dejen poso en la historia”.
Como síntesis práctica de los presupuestos humanistas que deben alimentar a la medicina, propuso un Decálogo del Médico humanista:
I. Respetar la vida humana, velar por la dignidad de la persona y cuidar la salud del individuo y la comunidad, son sus deberes primordiales.
II. Su primera obligación moral es la de ser competente científicamente en el arte de la Medicina.
III. La libertad, la dignidad, la justicia y la bondad serán los principios éticos que informen su labor diaria.
IV. Al modo humano de enfermar se le exigirá un trato también humano con los pacientes.
V. Deberá poseer ideas, valores y modos de expresión provenientes del Humanismo. Tendrá predilección por el uso y cuidado de las palabras.
VI. Se relacionará con el paciente con respeto, con afán de empatizar con él y le mostrará un nuevo marco de encuentro de mayor igualdad, donde puedan tomarse decisiones de forma compartida.
VII. Deberá ser consciente de sus deberes con la comunidad, y apostará por la salud pública y la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.
VIII. Tratará a sus colegas con la debida deferencia, respeto y lealtad, sea cual fuere la relación jerárquica que exista entre ellos, a la vez que compartirá su saber de una forma generosa.
IX. Reconocerá en la Salud 3.0 una nueva oportunidad de encuentro con los nuevos e-pacientes y e-profesionales, y fomentará el uso de sus herramientas tecnológicas con la intención de crecer compartiendo.
X. Tendrá el derecho a objetar científicamente o en conciencia a las demandas irracionales o antihumanas de sus pacientes u otros profesionales de la salud u organismos sanitarios.