“Sueño con que todos los enfermos de ELA puedan, de verdad, tener una vida digna”
(Ref aceprensa.com) “Érase una vez un hombre a una sonrisa pegado…”. Así podría empezar esta historia. “Érase una vez una sonrisa superlativa…”. Sin ironía: porque no la hay. Es auténtico. Una historia –que de eso se trata– de superación. De alegría, a pesar de todo. Y de tristeza, también. “Juan Carlos –le pregunto, en UIC…